Negociación multinivel: más del 65% de las mujeres empresarias cree que este formato traerá más problemas que beneficios

En la negociación del reajuste del salario mínimo en abril de 2022, uno de los compromisos que firmó el Gobierno con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), fue avanzar en una negociación multinivel.

Una disposición que ha sido reiterada en varias oportunidades por la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, quien en diciembre de 2022, en conversación con DF, planteaba que: “Tenemos un compromiso, tanto en el programa de Gobierno del Presidente Boric como en el acuerdo con la CUT, para avanzar en la negociación multinivel. Y eso lo vamos a hacer en diálogo social tripartito, es parte de la agenda 2023”.

Este modelo se refiere a aquellas negociaciones que se celebran entre uno o varios sindicatos, federaciones o centrales sindicales, y una o varias empresas, organizaciones o agremiaciones de empleadores en el nivel de la empresa, el grupo económico, la rama de actividad económica o rubro de la industria.

Sin embargo, hay sectores que miran con desconfianza esta modalidad de negociación, tal como lo evidenció la quinta edición del Termómetro de Alta Dirección que realiza Mujeres Empresarias (ME), el cual en esta oportunidad profundizó en este tema.

Poder negociador

Como primer punto, el sondeo consultó a las mujeres quién, en el esquema actual de negociación reglada, tiene el poder negociador. Este, conforme a un 59,3% de las consultadas, lo ve sesgado a favor de los trabajadores.

Luego, la medición profundizó en el conocimiento que existe entre las ejecutivas encuestadas respecto a la idea del Ejecutivo de avanzar en la negociación multinivel, ante lo cual un 34,5% reconoció haber escuchado algo o mucho sobre este tema; un 33,3% dijo haber escuchado poco y un 32,1% poco o nada.

“Hasta antes de realizar esta versión del Termómetro de Alta Dirección de ME no habíamos recibido comentarios de nuestras ejecutivas ni alumnas de los programas”, comentó Carolina Eterovic, directora de Mujeres Empresarias. Pero, tras la consulta, es un tema que “ha levantado el interés de todas, incluso de investigar más y poder estar al día con la información en el caso de que se active en la esfera legislativa y política”, dijo.

Ya en el terreno del impacto que podría traer la implementación de este sistema de negociación, un 65,4% manifestó que este sistema generará más problemas que beneficios. En línea con eso, ante la pregunta de qué actores podrían verse más beneficiados o perjudicados por este esquema, un 44,4% opinó que los dueños de pequeñas empresas.

Al profundizar en esto último, y consultarles si el impacto sería positivo o negativo en este segmento, más de la mitad de las encuestadas -exactamente el 69,1%-, afirmó que al aplicar esta ley se verán perjudicadas las pequeñas firmas.

Impacto en PYME

“En este contexto de opciones de negociación ramal, las empresas más afectadas podrían llegar a ser las PYME, que de cierta forma no pueden compararse económicamente con empresas más grandes con otro tipo de facturación”, señaló Eterovic.

¿La razón? La vocera explica que una PYME, al generar menos ingresos y tener que nivelar los sueldos de sus trabajadores en comparación a empresas que tienen más ingresos, “enfrentarán un desafío mayor y traspasa las intenciones de mejorar a los colaboradores la imposibilidad de pagar estos aumentos. No están económicamente en el mismo nivel”, explica.

Pero no todo es negativo para Eterovic. Este formato de negociación también ofrece la ventaja de una mayor especialización y efectividad en dichos procesos.

Con todo, para ella se debe “estudiar y entender si será una medida justa, equitativa y económicamente viable, justamente para las PYME, quienes se llevarían, en teoría, la mayor carga”.

La vocera, además, planteó que espera que se generen espacios de diálogo para escuchar la opinión de los diversos actores en torno a este tema.

Esta quinta entrega del Termómetro de Alta Dirección ME, se realizó entre el 7 y 15 de junio, y se utilizó una muestra bifásica de un universo de 650 Alumni con un total de 81 respuestas entregadas.

El público objetivo fueron mujeres ejecutivas entre los 35 y 65 años de edad con más de 15 años de experiencia laboral en cargos de primera línea.